Industria inalámbrica pide a Donald Trump promulgar Ley de Despliegue de Banda Ancha

Previo a la posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la Asociación de Infraestructura Inalámbrica (WIA, por sus siglas en inglés) trazó una hoja de ruta con las acciones que considera fundamentales para promover la expansión de la banda ancha inalámbrica y la conectividad de próxima generación en el país.

Como tema prioritario, la WIA dijo que el gobierno junto con el Congreso deben promulgar la Ley de Despliegue de Banda Ancha Estadounidense, que consiste en un paquete de reformas que permitirían acelerar la implementación de banda ancha.

Introducir esta ley traería consigo cambios en materia de permisos para el despliegue de infraestructura, de manera que los procesos de concesión sean más previsibles y transparentes para la industria, los estados y municipios.

La WIA advirtió que actualmente existen barreras que impiden la implementación de banda ancha a nivel local, ya que, en ocasiones, los procesos de revisión se vuelven impredecibles, inoportunos, desproporcionados u opacos, afectando el progreso de los proyectos.

Para resolver esta problemática, la asociación señaló que la Ley de Despliegue de Banda Ancha Estadounidense (o ABDA, por sus siglas en inglés) codificaría varias reformas importantes de permisos aprobadas por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y ajustaría las reglas federales para los permisos de banda ancha en tierras federales para estimular la implementación.

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De esta manera, la industria podría tener cronogramas claros y predecibles para los procesos de solicitud para instalar infraestructura. Es decir, el tiempo para decidir sobre una solicitud y para un alivio de “consideración concedida” sería más ágil, cuando una autoridad no emite posición sobre una petición en un tiempo dado.

Marcar estos “relojes de entrega” permite mantener el rol importante de los municipios, “pero les da una fecha límite y proporciona a la industria certeza, lo que resulta en una conectividad más rápida para las comunidades”, dijo la WIA.

Para la asociación, esta ley tendría que dar paso a un marco de permisos consistente a nivel nacional, pero también ser lo suficientemente flexible para acomodar las necesidades e intereses locales para impulsar el despliegue de infraestructura inalámbrica.

Además, la Asociación de Infraestructura Inalámbrica puntualizó que la ABDA permitiría establecer tarifas razonables por las solicitudes de instalación, al determinar que dichas tarifas se calculen en función de los costos reales, se fijen con anticipación y se divulguen públicamente.

La WIA también identificó que existen barreras relacionadas con las revisiones ambientales. Según su perspectiva, estas pueden ser complejas e innecesarias en algunos casos, lo cual retrasa el despliegue de infraestructura.

“Si bien respetamos los objetivos importantes de proteger los recursos ambientales e históricos de nuestra nación, estos procesos se han vuelto tan omnipresentes y complejos que pueden obstaculizar significativamente la inversión”, afirmó la asociación.

Inversión inalámbrica y restaurar poderes de FCC

Por otro lado, la industria pidió al próximo nuevo gobierno que se invierta en tecnología inalámbrica durante los años siguientes, pues algunas zonas del país siguen desconectadas.

En estas zonas remotas y de difícil acceso, las inversiones específicas por parte del gobierno federal pueden desempeñar un papel importante en la reducción de las barreras para la implementación de banda ancha.

“Los fondos federales deberían concederse en general a proyectos que puedan prestar los servicios que necesitan los consumidores y prestarlos rápidamente”, manifestó la WIA.

Actualmente, Estados Unidos tiene el Programa de Equidad, Acceso e Implementación de Banda Ancha (BEAD), cuyo presupuesto de 42 mil millones de dólares busca impulsar la conectividad universal.

La WIA consideró que se tienen que hacer algunos ajustes a dicho programa para aprovechar al máximo los fondos. En especial, dijo que se debería restablecer una visión más amplia de neutralidad tecnológica.

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De esta forma, la asociación apuntó específicamente a que los estados utilicen fondos para implementar la infraestructura inalámbrica necesaria para construir redes móviles, y no sólo el enfoque sea la conectividad fija.

Otro de los llamados de la WIA a Donald Trump fue el de restaurar la autoridad de la FCC para licitar espectro radioeléctrico, ya que el Senado no renovó estos poderes del órgano regulador de EE. UU. y la agencia lleva ya casi dos años paralizada en materia de espectro.

El Congreso, enfatizó la asociación, debe restablecer los poderes de la FCC, y aprobar la Ley de Canalización de Espectro de 2024, la cual permitiría identificar al menos 2,500 MHz de espectro gubernamental para reasignarlo a usos no federales o compartidos.

Patrick Halley, presidente y director ejecutivo de WIA, resaltó que, “a medida que nos acercamos a 2025, la administración Trump y el Congreso tienen una oportunidad única de liberar nuevo espectro reforzado por reformas críticas de políticas de infraestructura que servirán como trampolín para finalizar la implementación de 5G y preparar el escenario para todas las futuras G.

“Esto ―agregó― es fundamental para el éxito económico de Estados Unidos y la seguridad y vitalidad de nuestras comunidades”.