Unión Europea creará “gigafábricas de IA” en busca de recuperar su competitividad

En medio de la intensa competencia tecnológica y los cambios geopolíticos, la Unión Europea (UE) implementará una nueva estrategia para recuperar su competitividad. La Inteligencia Artificial (IA) es una de las llaves maestras de este plan.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, presentó la Brújula para la Competitividad, un instrumento mediante el cual Bruselas se propone orientar sus acciones en tres ámbitos estratégicos: innovación, descarbonización y seguridad.

La UE considera que profundizar en esos tres ámbitos es imperativo para restablecer el dinamismo de Europa e impulsar el crecimiento económico. Para cada área, la Comisión plantea una serie de acciones a corto y mediano plazo.

1. Reducir la brecha de innovación

La Unión Europea buscará reactivar su motor de innovación, creando un hábitat para las empresas emergentes innovadoras jóvenes, promoviendo el liderazgo industrial en sectores de alto crecimiento basados en tecnologías profundas, e incentivando la difusión de tecnologías entre grandes empresas y pequeñas y medianas empresas (pymes) establecidas.

Una de las apuestas más importantes de Europa en este ámbito será crear iniciativas de “Gigafábricas de IA” y “Aplicar la IA”, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la Inteligencia Artificial y que la industria adopte la tecnología en sectores clave.

Se prevé que en el primer trimestre de este año se presentará el proyecto de las gigafábricas de IA. Por ahora, Bruselas no ha aclarado el presupuesto, la estructura ni un plan de trabajo concreto para estas gigafábricas.

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Meses atrás, la Comisión ya había estado trabajando en el desarrollo de fábricas de IA, como un entorno con poder de cómputo, talento y datos donde se pueda dar forma a modelos avanzados de IA y crear soluciones de esta tecnología. Las “gigafábricas” podrían ser una versión más evolucionada de ese planteamiento.

Por otro lado, Bruselas presentará planes de acción acerca de materiales avanzados, la tecnología cuántica, la biotecnología, la robótica y las tecnologías espaciales.

Además, la Comisión anticipó que definirá una estrategia para impulsar la aparición y expansión de empresas emergentes en la UE, a través de una propuesta de margen jurídico simplificado para propiciar la inversión.

2. Una hoja de ruta conjunta para la descarbonización y la competitividad

La Brújula para la Competitividad plantea el objetivo de facilitar el acceso a energía limpia asequible, ante el reto de los precios elevados y volátiles de este recurso en la actualidad.

Bajo esta premisa, el próximo Pacto Industrial Limpio establecerá un enfoque de descarbonización impulsado por la competitividad, que pretende que la UE sea un lugar atractivo para la fabricación, incluso para las industrias de gran consumo energético.

La UE buscará promover las tecnologías limpias y los nuevos modelos de negocio circulares. Y, a su vez, avanzará en un plan de acción para reducir los precios y costes de la energía.

3. Reducir las dependencias excesivas y aumentar la seguridad

Como tercera dimensión de su hoja de ruta, la Comisión Europea se propone diversificar y reducir las dependencias económicas por medio de nuevas asociaciones comerciales eficaces.

Bruselas destacó que la UE ya cuenta con una amplia red de acuerdos comerciales del mundo con 76 países, que representan casi la mitad del comercio. Ahora su plan es concretar nuevas asociaciones “de comercio e inversión limpios”.

Lo anterior implica que los nuevos acuerdos aseguren el suministro de materias primas, energía limpia, combustibles de transporte sostenibles y tecnología limpia. Además, se revisarán las normas de contratación pública, a fin de dar preferencia a organizaciones europeas.

Europa, ambiciosa pero rezagada

La hoja de ruta llega en un momento en el que la Unión Europea debe asegurar su competitividad, frente a las crecientes tensiones geopolíticas generadas por el nuevo gobierno estadounidense y sus medidas arancelarias; la guerra comercial entre EE. UU. y China, los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania, entre otros factores que impactan en la economía y la sociedad.

Bruselas complementará sus tres pilares estratégicos, además, con cinco “facilitadores horizontales” para aumentar la competitividad en todos los sectores: la simplificación; reducción de las barreras al mercado único; financiación de la competitividad; promoción de capacidades y empleos de calidad; así como mejor coordinación de las políticas a nivel de la UE y nacional.

Aunque el plan de la Comisión Europea se presenta muy ambicioso, de momento el organismo no ha trazado presupuestos, inversiones ni marcos de trabajo concretos, por lo que también ha generado cierto escepticismo e incredulidad respecto qué tanto de sus palabras pueden volverse realidad.

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De acuerdo con el Informe Anual sobre el Mercado Único y la Competitividad, publicado por la CE el 28 de enero, las empresas europeas tienen dificultades para crecer, y uno de los grandes problemas sigue siendo la enorme carga regulatoria.

En el informe, Bruselas reconoce que existen muchas barreras para el comercio y “fuentes de fragmentación”. Y en el ámbito de la Inteligencia Artificial, señala que hasta ahora la Unión Europea ha fallado en liberar el poder de esta tecnología en el mercado único.

“Implementar tecnología es tan importante como desarrollarla y representa una tarea sencilla en comparación con la tarea más desafiante de alcanzar rápidamente el desarrollo de la IA con Estados Unidos y China, que ya están muy por delante”, advierte el estudio.

Sin embargo, Europa considera que aún existe oportunidad para incentivar la implementación de tecnologías digitales avanzadas en la industria, los servicios y el sector público.