Digital Trends | Algoritmos cuánticos vs. clásicos: qué son y para qué sirven

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En la actual era de la información, los avances en el procesamiento de cómputo están transformando rápidamente la forma de abordar y resolver problemas complejos que de forma tradicional no podrían ser abordados. Una tecnología y tendencia del futuro es la computación cuántica, la cual requiere algoritmos sofisticados para resolver problemas.  

Importancia de la computación cuántica

La importancia de la computación cuántica radica en su capacidad para resolver problemas complejos que están más allá del alcance de los sistemas de cómputo básicos. 

Al aprovechar las propiedades de superposición y entrelazamiento cuántico, los algoritmos cuánticos pueden procesar y analizar grandes cantidades de información de manera paralela y simultánea, lo cual les permite explorar múltiples soluciones en un tiempo considerablemente más corto.

Los algoritmos cuánticos emergen como una poderosa herramienta para resolver problemas específicos de manera más eficiente en comparación con los algoritmos clásicos y tienen la capacidad de superar las limitaciones de la computación clásica en ciertos dominios.

Una característica clave de los algoritmos cuánticos es su capacidad para procesar información en paralelo, gracias al fenómeno de superposición cuántica. 

Mientras que los algoritmos clásicos procesan la información secuencialmente, los algoritmos cuánticos pueden considerar múltiples estados simultáneamente, lo que les permite explorar una amplia gama de soluciones en un tiempo mucho más corto.

Algoritmo cuántico vs. algoritmo clásico

Un algoritmo clásico se basa en la lógica booleana y utiliza bits para representar información. 

Los bits sólo pueden estar en uno de dos estados: 0 ó 1. Un algoritmo clásico procesa la información de manera secuencial, siguiendo una serie de instrucciones paso a paso. Las operaciones en un algoritmo clásico se realizan de forma determinista, lo cual significa que cada operación produce un resultado predecible y reproducible.

Un algoritmo cuántico, por el contrario, aprovecha las propiedades de la mecánica cuántica para realizar cálculos. Utiliza cúbits, unidades de información cuántica, para representar y manipular datos. 

A diferencia de los bits clásicos, los cúbits pueden estar en superposición, lo cual significa que pueden representar simultáneamente múltiples estados. Además, los cúbits pueden estar entrelazados, lo que permite correlaciones cuánticas entre ellos.

La principal diferencia entre un algoritmo cuántico y uno clásico es la capacidad de procesamiento en paralelo que tienen los algoritmos cuánticos. 

Mientras que un algoritmo clásico procesa la información de manera secuencial, evaluando una solución a la vez, un algoritmo cuántico puede considerar múltiples soluciones simultáneamente debido a la superposición cuántica. 

Esto permite que los algoritmos cuánticos exploren una amplia gama de soluciones en paralelo y encuentren la respuesta deseada más rápidamente.

Otra diferencia importante es la interferencia cuántica. En un algoritmo cuántico los estados pueden sumarse o cancelarse entre sí mediante interferencia cuántica. Esto permite que los algoritmos cuánticos aumenten la probabilidad de obtener la respuesta correcta y disminuya la probabilidad de obtener respuestas incorrectas.

Es importante destacar que los algoritmos cuánticos no reemplazan los algoritmos clásicos. 

Hay problemas específicos para los cuales los algoritmos clásicos son más eficientes y suficientes. 

Sin embargo, los algoritmos cuánticos ofrecen ventajas significativas en otros ámbitos, como la factorización de números grandes, la búsqueda en bases de datos no estructuradas y la simulación de sistemas cuánticos complejos.

Un ejemplo de un algoritmo cuántico revolucionario es el de Shor, diseñado para factorizar números enteros grandes. 

En la computación clásica, la factorización de números grandes es un problema extremadamente complejo y consume una cantidad significativa de tiempo de cómputo. 

Sin embargo, el algoritmo de Shor aprovecha la propiedad de superposición cuántica y la transformada cuántica de Fourier para realizar la factorización de manera exponencialmente más rápida que cualquier algoritmo clásico conocido. 

Esta capacidad de factorizar rápidamente números grandes tiene implicaciones significativas para la criptografía, ya que muchos sistemas de seguridad se basan en la dificultad computacional de la factorización.

Otro ejemplo es el algoritmo de búsqueda cuántica de Grover, que puede encontrar un elemento específico en una lista desordenada mucho más rápido que los algoritmos clásicos. 

Mientras los algoritmos clásicos necesitan realizar una búsqueda secuencial, que lleva tiempo proporcional al tamaño de la lista, el algoritmo de búsqueda cuántica de Grover puede encontrar el elemento deseado en un número de operaciones proporcional a la raíz cuadrada del tamaño de la lista. 

Esta mejora cuadrática en la eficiencia de búsqueda tiene aplicaciones potenciales en campos como la optimización y la recuperación de información.

Además de la capacidad de procesar información en paralelo, los algoritmos cuánticos también se benefician de otra propiedad cuántica crucial: la interferencia cuántica. Ésta permite que los estados cuánticos se sumen o cancelen entre sí, lo que puede aumentar la probabilidad de obtener la respuesta correcta y reducir la probabilidad de obtener respuestas incorrectas. 

Esto es especialmente útil en algoritmos de optimización, donde se busca encontrar el mínimo o máximo global de una función dada. 

Los algoritmos cuánticos como el algoritmo del recocido cuántico o el algoritmo de simulación cuántica pueden aprovechar la interferencia cuántica para encontrar soluciones óptimas en menos tiempo que los métodos tradicionales.

¿Para qué sirven los algoritmos cuánticos?

Toda esta explicación técnica debe tener una utilidad práctica. Los algoritmos cuánticos tienen el potencial de brindar beneficios significativos en diversas aplicaciones prácticas. 

Aunque la computación cuántica todavía se encuentra en sus etapas iniciales y enfrenta desafíos técnicos, se espera que los algoritmos cuánticos puedan tener un impacto en diversas áreas como la criptografía y el Aprendizaje Automático.

Por ejemplo, los algoritmos cuánticos pueden tener un impacto considerable en la criptografía, al mejorar la seguridad mediante el desarrollo de métodos criptográficos más robustos basados en principios cuánticos, como la criptografía cuántica. 

El mencionado algoritmo de Shor puede factorizar números grandes de manera más eficiente, lo que podría amenazar los sistemas de criptografía asimétrica utilizados en la actualidad.

Los algoritmos cuánticos también pueden resolver problemas de optimización de manera más eficiente en áreas como logística, planificación de rutas, asignación de recursos y optimización financiera. Lo anterior permite mejorar la eficiencia y reducir los costos.

Los algoritmos cuánticos permiten la simulación de sistemas físicos, moleculares y químicos complejos con mayor precisión y velocidad que los métodos clásicos. Lo anterior tiene aplicaciones en el diseño de materiales, la investigación farmacéutica y la comprensión de fenómenos cuánticos.

Desde luego, se utilizan para mejorar el Aprendizaje Automático y acelerar el entrenamiento de modelos de Inteligencia Artificial. Es decir, tiene el potencial de impulsar avances en reconocimiento de patrones, análisis de Big Data, optimización de decisiones y procesamiento del lenguaje natural. 

Como se ha dicho, los algoritmos cuánticos pueden procesar grandes conjuntos de datos y realizar cálculos complejos más eficientemente que los algoritmos clásicos, lo que puede conducir a mejoras en el rendimiento y la precisión de los modelos de Inteligencia Artificial.

Consulta y descarga la Revista Digital Trends 4 sobre computación cuántica aquí:

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