Chile | Apagón eléctrico y la autonomía de las baterías de las antenas celulares

dplnews jorge atton jb280422

En el contexto del apagón general del sistema eléctrico del país, producido el pasado 25 de febrero, el Gobierno planteó que se va a revisar la autonomía del respaldo de energía exigida para las antenas celulares. En forma liviana se dice que 4 horas serían poco. 

Se debe recordar que esa normativa nace de la Ley de Reconstrucción de  las Telecomunicaciones aprobada con posterioridad al terremoto del 2010. El reglamento que establece los estándares para la seguridad de la infraestructura crítica de telecomunicaciones es el Decreto Supremo DS 60/2012.  

El desarrollo e implementación de esta normativa fue un trabajo gigantesco que significó establecer estándares únicos a nivel mundial e incorporar sistemas de alerta temprana (SAE), planes de continuidad operativa y sistemas de información en línea al fiscalizador.  Estos estándares fueron definidos después de un análisis exhaustivo que permitió identificar la criticidad de cada instalación, erigiéndose distintos niveles de autonomía en función de dicha criticidad entre las 4 y las 48 horas continuas.

El Decreto 60/2012  establece todos los protocolos que deben cumplir las empresas y la información que deben mantener actualizada para su debida fiscalización. Me temo que las rigurosas exigencias establecidas y la necesaria actualización de la información de las redes de telecomunicaciones no han tenido la atención requerida. Las condiciones en el mercado han cambiado significativamente: hoy hay 4 operadores, existen empresas de infraestructura compartida y pasamos de 3G a 4G y ahora 5G. La cantidad de antenas se multiplican fácilmente por 4. Con tecnologías de menor cobertura geográfica, y con mayor capacidad de transmisión (Internet móvil). Un cambio significativo, que garantiza una mayor cobertura y continuidad del servicio de telecomunicaciones , es el roaming nacional, se pueden usar antenas de diferentes empresas para establecer las comunicaciones..

Es decir, si el año 2012 las empresas tuvieron que invertir cerca de 250 millones de dólares para aplicar el nuevo estándar, me imagino el costo de inversión para pasar de 4 a 6 horas de autonomía, una inversión gigantesca, ello sin considerar las restricciones tecnológicas y físicas que existen respecto de sistemas de respaldo energético para una infraestructura tan granular como las antenas más pequeñas. 

En suma, no debemos echar por tierra el gran esfuerzo realizado después del terremoto del año 2010 ni olvidar las lecciones aprendidas. El primer llamado es a aplicar rigurosamente la ley de reconstrucción y todos los mecanismos que ésta entregó a la autoridad, adaptarla y modernizar a la nueva realidad, si ello fuera necesario.

Los problemas estratégicos se resuelven con mirada estratégica y no con reacciones apresuradas frente a la coyuntura. Lo mismo aplica para el sistema eléctrico.

La potencial vulnerabilidad del sistema eléctrico necesita soluciones mucho mas complejas y requieren inversión. Si bien es cierto, el Ministro de Energía explica que ha aumentado un 33% la inversión en el sector, ella está concentrada en el desarrollo de pequeñas centrales y no en tener una red mucho mas robusta.

Como Estado, debemos reconocer que uno de los principales problemas son los  procesos  de permisos para realizar nuevos proyectos. El cual debe ser resuelto a la brevedad. Un ejemplo; el caso de la red adicional Kamal-Aguirre en desarrollo, fundamental para que Chile tenga energía y sistemas redundantes,  requiere de cerca 5.000 permisos de la burocracia central. Se requiere autoridad política para resolver este freno a las inversiones, que se ha transformado en una verdadera muralla china  para la inversión. 

No se resuelve  el problema de una red eléctrica aumentando de 4 a 6 horas la autonomía de las baterías de las antenas celulares ni menos creando empresas eléctricas estatales.

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