Hidrógeno verde: un gran potencial pero con desafíos para despegar en México

El hidrógeno verde podría ser el gran habilitador del salto a las energías renovables en todo el mundo. Al tratarse de un vector energético, permite almacenar energías como la eólica y solar de manera versátil y con una huella de carbono neutral.

Dado que el mundo se encuentra en una situación crítica de cambio climático y crisis energética, que exige avanzar hacia la descarbonización, el hidrógeno verde se presenta como una posible solución para propiciar industrias que funcionen a partir de energías limpias.

Una de las cualidades del hidrógeno verde es su versatilidad, ya que puede utilizarse para producir electricidad a través de células de combustible.

Por eso, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) reconoce el potencial que tiene el hidrógeno verde para descarbonizar industrias difíciles de electrificar, como la industria pesada, el transporte marítimo, el transporte de mercancías y la aviación.

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También puede ofrecer grandes beneficios en sectores como la minería, la química o la metalurgia, e inclusive en el consumo doméstico.

Y puede servir para llevar energía renovable a distancias largas; e incluso para transportarla a áreas alejadas que sufren escasez de suministro.

Sin embargo, el desarrollo del hidrógeno verde aún se encuentra en una etapa temprana, advierte Gonzalo Gómez, gerente de Desarrollo de Negocio de Huawei Digital Power en México.

Aunque reconoce su potencial, Gonzalo Gómez observa varios desafíos para impulsar el uso del hidrógeno verde en el corto plazo: en primer lugar, que requiere altos niveles de inversión, pues por el momento se trata de una tecnología muy costosa.

Deloitte estima que se requieren más de 9 billones de dólares de inversiones acumuladas en la cadena de suministro global de hidrógeno limpio para alcanzar el objetivo de cero emisiones de carbono para 2050.

Si bien los países y las empresas ya están invirtiendo en proyectos de hidrógeno verde, que abarcan temas como hacer la electrólisis más eficiente y aprovechar algunos subproductos para mejorar el retorno de inversión, el ejecutivo de Huawei considera que aún no se alcanza una escala significativa.

El proceso de electrólisis para la producción de hidrógeno verde, según el WEF, debería aumentar su escala significativamente y reducir su costo al menos tres veces en la próxima década para que sea rentable.

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“Realmente lo que se ha visto a nivel global es que todavía el hidrógeno (verde) para la mayoría de aplicaciones tiene un costo significativamente superior a lo que pudieran ser soluciones, como es la aplicación de electricidad directamente”, detalla.

Además, Gonzalo Gómez observa que, especialmente en México, aún falta definir regulación específica para impulsar su desarrollo. Otras naciones de América Latina, en especial Chile, cuentan con una estrategia en la materia y ya se están discutiendo normativas.

Mientras tanto, Estados Unidos busca promover el hidrógeno verde a través de créditos fiscales, pero los cuestionamientos que se han hecho a las directrices para otorgarlos han retrasado su liberación.

De todas maneras, a largo plazo, si se resuelven estos desafíos, el hidrógeno verde podría ser una solución para la producción de energía limpia y sostenible.

Para 2030, el Consejo del Hidrógeno proyecta que el potencial de descarbonización del hidrógeno podría equivaler a evitar 800 millones de toneladas anuales de emisiones de dióxido de carbono.

Gonzalo Gómez comenta que en Huawei, desde las oficinas centrales en China, ya se está impulsando la investigación y desarrollo en esta tecnología, como parte de sus esfuerzos por promover la digitalización de la mano de la descarbonización.