México y la dispareja guerra de patentes en semiconductores

Opinion Alejandro Gonzalez

El Gobierno de México anunció la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores “Kutsari”, con lo que busca entrar a la “guerra de chips”, un campo de batalla que pinta muy disparejo para el país.

Edmundo Gutiérrez Domínguez, coordinador nacional del Proyecto de Semiconductores en México, lo dijo así: “estamos pasando por una guerra (mundial) de semiconductores”, y tiene razón, pues la Inteligencia Artificial demandará mayor capacidad de procesamiento y en ello se ha centrado ese crecimiento en la demanda de esta tecnología.

Pero esta guerra tiene un trasfondo básico, que es la de las patentes, un tema que México tiene un camino avanzado, pero no como para pelear en esta guerra. Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, puso el dedo en la llaga durante la misma conferencia en la que se anunció el proyecto mexicano de semiconductores.

“Aunque tengamos científicos muy buenos y una industria ya establecida en México que sea reconocida internacionalmente, los creadores no tienen la seguridad de patentar en el país”, advirtió Buenrostro.

Y efectivamente, el crecimiento tecnológico descansa en el tema de propiedad intelectual y a continuación algunos números que muestran la posición de México en este rubro.

Santiago Nieto Castillo, director del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI),  reveló, en la misma conferencia, que en 2024 recibieron 84 solicitudes de patentes en semiconductores y 28 están en espera de aprobación.

¿Eso es mucho o poco? Pongámoslo en perspectiva.

Intel, por ejemplo, tiene 214 mil 150 patentes en todo el mundo, de las cuales 102 mil 821 están activas. En 2022 fue una de las empresas que más patentes recibió, con 2 mil 418 derechos.

El gigante asiático de semiconductores, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), presentó en 2023 alrededor de mil 956 solicitudes de patentes.

Por su parte, Nvidia, la empresa más valiosa del planeta, cuenta con 2 mil 139 familias de patentes activas en todo el mundo, mientras que está a la espera de recibir unas 576 más.

Edmundo Gutiérrez Domínguez aseveró que “es ahora o nunca” el momento de México para entrar en esta guerra de semiconductores, y sí, más vale tarde que nunca, pero será necesario que lo hagan con toda la planeación y bases que sustenten el desarrollo tecnológico.

Uno de los temas al que también se refirió el Gobierno de México es la reforma a la Ley de Propiedad Industrial para impulsar el desarrollo tecnológico, pues de acuerdo con Buenrostro, a nivel mundial el otorgamiento de una patente ronda en promedio 3.5 años, mientras que en México toma 4.3 años.

México sin duda tiene científicos destacados, universidades y centros de investigación de talla mundial, y un nivel de invención y creatividad excelente, pero al gobierno le hace falta trabajar con más compromiso en la creación de bases sólidas para poder ser un país líder en investigación y desarrollo tecnológico.

En el papel, el proyecto mexicano de semiconductores suena excelente, esperemos que el Gobierno de México trabaje de manera seria en todas las áreas necesarias, que por cierto, una de ellas es la educación desde niveles básicos.

Participar en la guerra de semiconductores es una tarea monumental que no sólo se trata de crear un Centro Nacional de Diseño de Semiconductores. ¿Vale la pena? La respuesta es sí.

Nos leemos en la próxima Big Tech.

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