El empleo en la era de la IA: 170 millones de nuevos puestos, pero con un alto costo

BoletinGEOIA

El Foro Económico Mundial presentó el reporte Future of Jobs Report 2025, que ofrece una visión detallada sobre la transformación del mercado laboral en los próximos cinco años, destacando el papel crucial que tendrá la Inteligencia Artificial (IA) en este proceso.

La rápida evolución de la IA, junto con otros factores como la automatización, la digitalización y la reconfiguración de habilidades, está redefiniendo la manera en que las empresas operan y el tipo de talento que necesitarán en el futuro. Según el informe, 86 por ciento de los empleadores considera que la IA y el procesamiento de información tendrán un impacto significativo en sus negocios, impulsando cambios en sectores clave y en la demanda de nuevas competencias.

Uno de los hallazgos más relevantes es la dualidad en la creación y destrucción de empleo. Se prevé que para 2030 se generen 170 millones de nuevos empleos, mientras que 92 millones de trabajos actuales serán desplazados, resultando en un crecimiento neto de 78 millones de puestos. Este cambio beneficiará principalmente a roles especializados en tecnología, como especialistas en Big Data, Inteligencia Artificial y ciberseguridad, además de ingenieros en automatización y diseñadores de experiencia de usuario. Sin embargo, profesiones tradicionales como asistentes administrativos, cajeros y empleados de servicio al cliente enfrentarán una disminución considerable debido a la automatización de tareas repetitivas.

La IA no sólo está alterando la composición del empleo, sino también la naturaleza del trabajo en sí. Actualmente, 47 por ciento de las tareas son realizadas exclusivamente por humanos, pero para 2030 se espera que este número se reduzca al 33 por ciento, mientras que las máquinas asumirán una porción cada vez mayor de las funciones operativas.

No obstante, el informe también destaca que la tecnología tiene el potencial de aumentar la productividad y mejorar la toma de decisiones, especialmente cuando se combina con el trabajo humano en modelos de colaboración. Este enfoque, conocido como “aumento del trabajo humano“, permite que la IA complemente las habilidades humanas en lugar de reemplazarlas por completo, optimizando así el desempeño laboral.

La distribución del empleo de cara a 2030 evidencia la magnitud de la transformación y subraya la importancia de la adaptación a nuevas habilidades y tecnologías en un mundo laboral en constante evolución.

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El informe subraya que la transición hacia un mundo laboral más automatizado y digitalizado requerirá una profunda reconfiguración de habilidades. Se estima que 39 por ciento de las competencias actuales quedarán obsoletas o necesitarán actualización en los próximos cinco años. La demanda se inclinará hacia habilidades analíticas, creatividad, liderazgo, resiliencia y conocimiento en IA y ciberseguridad.

En respuesta a esta necesidad, 85 por ciento de las empresas encuestadas planea invertir en la capacitación de su fuerza laboral, aunque también se advierte que un 11 por ciento de los trabajadores podría quedar rezagado sin acceso a oportunidades de reskilling (una tendencia que busca formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la empresa) y upskilling (que busca enseñar a un trabajador nuevas competencias para optimizar su desempeño), aumentando así las brechas de empleabilidad.

Más allá del impacto tecnológico, el informe también menciona otros factores que influyen en el empleo global, como el envejecimiento de la población, la transición hacia una economía verde y la fragmentación geopolítica.

La creciente digitalización y la inversión en energías renovables impulsarán la creación de empleos en sectores como la ingeniería ambiental, la automatización industrial y la movilidad eléctrica. Al mismo tiempo, el envejecimiento de la población incrementará la demanda de trabajadores en áreas como la salud y el cuidado de personas, reflejando una combinación de tendencias tecnológicas y demográficas que moldearán el futuro del trabajo.

La IA y la automatización no sólo transformarán industrias enteras, sino que redefinirán la relación entre humanos y tecnología en el entorno laboral. Si bien algunas ocupaciones desaparecerán, muchas otras surgirán con oportunidades para quienes logren adaptarse a la nueva realidad digital.

La clave para aprovechar estas oportunidades radica en la capacidad de individuos, empresas y gobiernos para invertir en educación, capacitación y estrategias que permitan una transición fluida hacia el futuro del empleo. Aquellos que prioricen la actualización de habilidades y la integración de la IA en sus modelos de negocio estarán mejor posicionados para prosperar en este entorno cambiante.

Impacto para la humanidad

El impacto de estos cambios en las personas será profundo y variado, dependiendo de factores como la industria en la que trabajan, su nivel de preparación y su capacidad de adaptación a las nuevas demandas del mercado. Para quienes estén en sectores donde la automatización y la IA desplazarán empleos, el panorama puede ser desafiante, generando incertidumbre, necesidad de reconversión laboral e incluso riesgos de desempleo prolongado si no logran adquirir nuevas habilidades a tiempo.

Trabajos administrativos, de manufactura repetitiva y de atención al cliente serán algunos de los más afectados, lo que podría generar una brecha social si las oportunidades de reentrenamiento no son accesibles de manera equitativa.

Por otro lado, para quienes logren adaptarse a la transformación digital o ya se desempeñen en sectores de alta demanda, como la IA, la ciberseguridad, la automatización industrial y el análisis de datos, el futuro se presenta con grandes oportunidades.

La creación de 170 millones de nuevos empleos significa que habrá espacios para quienes desarrollen competencias en tecnología, creatividad, liderazgo y resolución de problemas complejos. Esto también impulsará cambios en la educación y en la forma en que las personas adquieren conocimientos, haciendo que la formación continua y el aprendizaje de por vida sean esenciales para mantenerse competitivos.

Ahora bien, existe incertidumbre sobre la estabilidad laboral que puede tener impactos en la salud mental y el bienestar de las personas. La sensación de inseguridad puede generar ansiedad y estrés, especialmente en aquellas generaciones que crecieron con un modelo de empleo más tradicional y estable. Sin embargo, también abre la puerta a nuevas formas de trabajo más flexibles, impulsadas por la digitalización, como el trabajo remoto, el freelancing y la economía de plataformas.

Este cambio masivo en el empleo no sólo afectará a los individuos, sino también a las políticas públicas y a las estrategias empresariales. Gobiernos y compañías deberán asumir un papel clave en la transición, invirtiendo en educación, reskilling y protección laboral para evitar que la automatización profundice las brechas de desigualdad alrededor del mundo.

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