Akamai alerta de más ataques automáticos con Inteligencia Artificial

Con un alarmante aumento de 49 por ciento en los ataques DDoS en 2024, Akamai advierte que 2025 será crítico para la ciberseguridad, por lo que recomienda actuar y adaptarse. La automatización de ataques con Inteligencia Artificial, el ransomware evolutivo y la vulnerabilidad de las APIs representan algunos de los mayores desafíos para las organizaciones. 

Ante este panorama, deben adoptarse enfoques avanzados como el modelo Zero Trust de verificación permanente y soluciones basadas en Inteligencia Artificial para mitigar estos riesgos.

Las amenazas cibernéticas se están sofisticando a un ritmo alarmante. Según Akamai, la automatización de ataques mediante Inteligencia Artificial marcará una tendencia preocupante, especialmente en ataques de phishing. Esta tecnología permitirá personalizar, escalar los ataques y hacerlos más difíciles de detectar. 

El ransomware evolucionará hacia tácticas de cuádruple extorsión: exigencia de rescates y presión a las víctimas (clientes y empleados), todo ello a través de múltiples canales.

Otro punto crítico será la seguridad de las APIs, un recurso vital para la operación de aplicaciones modernas. Akamai subraya que las organizaciones deberán reforzar la protección de estas interfaces para evitar brechas de seguridad. 

Asimismo, la llegada de la computación cuántica exigirá la implementación de criptografía ágil, lo cual implica actualizar los algoritmos y certificados para anticiparse a posibles vulnerabilidades.

Las estrategias que Akamai plantea para mitigar los riesgos son un modelo Zero Trust, al verificar constantemente la identidad de los usuarios antes de otorgar acceso no autorizado a recursos.

Adoptar soluciones basadas en Inteligencia Artificial para detectar patrones anómalos, predecir ataques y tener una defensa proactiva contra amenazas.

“La educación y capacitación continua de los empleados sobre riesgos cibernéticos es clave para fortalecer la cultura de seguridad en las organizaciones”, recalca Akamai.

La estrategia de microsegmentación o dividir las redes en segmentos más pequeños reduce la superficie de ataque y optimiza los recursos de seguridad, explica la empresa de ciberseguridad y Nube.