EE. UU. reactiva energía nuclear para alimentar Centros de Datos de sus tecnológicas

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Luego de haber sido prácticamente vetada en el ocaso del siglo XX, en los últimos años —y específicamente en los últimos meses—, la energía nuclear ha renacido. Esto tiene una sede, Estados Unidos, y un motivo: la cuantiosa energía que requieren sus empresas tecnológicas para alimentar sus Centros de Datos.

A pesar de la diversificación geográfica que ha acontecido en las últimas dos décadas, Virginia continúa siendo el mayor mercado global de Data Centers: tiene casi un centenar de campus con 5.9 GW en operación, 1.8 GW en construcción y 15.4 GW planeados. Por ahora, una cuarta parte de su demanda eléctrica proviene de ellos, con la proyección de que la cuota ascienda a 40 por ciento hacia 2030.

Estados Unidos es el país que alberga la mayor cantidad de Centros de Datos del mundo, con alrededor de un tercio (33%) del total mundial. Eso hace que los Data Centers sean el mayor contribuidor del crecimiento de la demanda eléctrica. EE. UU. es el segundo mayor consumidor mundial de electricidad, sólo después de China.

Globalmente, la Asociación Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima que, a causa de tendencias actuales como la Inteligencia Artificial y las criptomonedas, la demanda de electricidad de los Centros de Datos, IA y cripto podría duplicarse en cuatro años, al pasar de 460 TWh en 2022 a un rango de entre 620 y 1050 TWh en 2026, con un escenario base de 800 TWh. Eso equivaldría a una demanda adicional de 160 a 590 TWh.

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EE. UU. revive la energía nuclear

Estados Unidos, el país que desarrolló y lanzó la primera bomba atómica, es también el que está encabezando el renacimiento de la industria: la generación nuclear tuvo un incremento interanual de casi 1 por ciento en 2024. El año pasado también comenzó operaciones el primer proyecto nuclear comercial nuevo en más de tres décadas en territorio estadounidense. Por ello se estima que la generación nuclear crezca 2 por ciento en 2025, es decir, más del doble que el año previo, para después mantenerse estable hasta 2027.

El renacimiento de la energía nuclear en Estados Unidos es una apuesta público-privada, promovida por el gobierno y desplegada por la iniciativa privada, pero las más interesadas son las compañías tecnológicas, precisamente para satisfacer la voracidad de sus Centros de Datos.

Big Tech aseguran suministro con energía nuclear

En el transcurso de sólo unos meses —incluso semanas—, las tres gigantes tecnológicas estadounidenses que son también hiperescaladores y, por lo tanto, proveen servicios de computación en la Nube para otras empresas, sellaron y anunciaron acuerdos para garantizar su suministro energético con producción nuclear.

Microsoft fue la empresa que empezó esta nueva carrera nuclear: en septiembre de 2024 anunció que firmó un acuerdo con Constellation para comprarle energía nuclear por 20 años. Esto hará que la empresa de energía reactive su planta nuclear Three Mile Island, donde en 1979 ocurrió el más grave accidente nuclear en la historia de EE. UU., aunque no en la misma unidad que usará para Microsoft.  

Tres semanas después, Google anunció un acuerdo con Kairos Power para comprarle energía nuclear de reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés). Estos son cruciales y están recibiendo cada vez más atención. Según ambas instituciones, el acuerdo permitirá suministrar hasta 500 MW de energía libre de carbono a las redes eléctricas de EE. UU.

Ahora, tan sólo un par de días después, Amazon anunció tres acuerdos simultáneos de proyectos con reactores modulares pequeños: con Energy Northwest en Washington para generar 320 MW; con Dominion Energy para aportar 300 MW de energía de SMR a la región de Virginia, los cuales se sumaron al acuerdo que había firmado previamente con Talen Energy para instalar un Centro de Datos junto a su planta nuclear en Pensilvania.

Sin embargo, esta no es una apuesta inmediata, sino a largo plazo. Luego de que Constellation la cerrara en 2020 “debido a una mala situación económica”, planea volver a poner en funcionamiento la Unidad 1 de Three Mile Island, que agregará 385 MW a la red, en 2028 con el nuevo nombre de Centro de Energía Limpia Crane (CCEC); mientras que la fase inicial del primer SMR de Kairos Power para Google está prevista para 2030, con miras a implementar reactores adicionales hacia 2035.

Apuesta global

Según la IEA, globalmente se han anunciado planes para construir hasta 25 GW de capacidad de SMR asociada al suministro de Centros de Datos, casi todos en Estados Unidos. Esta potencia es similar a la proyectada para el estado de Virginia.

EE. UU. es el líder mundial en innovación de SMR, debido a que el gobierno federal ha apoyado el desarrollo de múltiples diseños mediante distintos instrumentos, el más reciente de ellos la Ley ADVANCE, que el gobierno asegura que le ayudará a construir nuevos reactores a un ritmo sin precedentes desde la década de 1970. El Departamento de Energía (DOE) estima que se requerirán 375 mil trabajadores adicionales para alcanzar los 200 GW de capacidad nuclear avanzada para 2050.

Sin embargo, aunque es el país que va a la vanguardia, no es el único que respalda la energía nuclear. En la COP 28 de Dubái en 2023, una veintena de países firmaron una Declaración para triplicar la capacidad de energía nuclear para 2050. La declaración, liderada por EE. UU. y respaldada por firmantes de cuatro continentes, entre los que destacan Canadá, Francia, Japón, Suecia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido, “reconoce el papel clave de la energía nuclear para lograr cero emisiones netas globales de gases de efecto invernadero (GEI) para 2050”.

Hace un par de semanas, a mediados de marzo de 2025, tres gigantes tecnológicas estadounidenses, Amazon, Google y Meta, firmaron un compromiso de triplicar la capacidad nuclear mundial para 2050, bajo el argumento de que será fundamental para satisfacer la demanda energética futura, fortalecer la seguridad nacional de Estados Unidos y abordar el cambio climático, por su capacidad de proporcionar energía limpia independientemente del clima, la estación o la ubicación geográfica.

Los contrarios y los opositores

No existe, sin embargo, un consenso, y el respaldo no es unánime. Entre los firmantes de la declaración de la COP 28 no se encuentran los BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Eso quiere decir que las naciones opositoras del bloque occidental no respaldan explícitamente la nueva apuesta por reactivar el desarrollo de energía nuclear.

Además, cabe recordar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) que se inauguró en 1968 tras la detonación de armas nucleares por parte de Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki en 1945, y cinco décadas más tarde se prorrogó indefinidamente. Aunque aquí cabe aclarar que en inglés sí se distinguen las palabras que se refieren a ambas acciones: nuclear energy para la generación de energía y nuclear power para la capacidad armamentística y el potencial destructivo.

Además, el argumento que los promotores, el gobierno de Estados Unidos y sus compañías tecnológicas, esgrimen para su uso es que se trata de energía limpia, estable y abundante y la enmarcan dentro de sus acciones para abordar el cambio climático y reducir sus emisiones de carbono; sin embargo, organizaciones ecologistas, como Greenpeace, advierten que “la energía nuclear es incompatible con un modelo energético sostenible”, ya que la consideran peligrosa, sucia —por los residuos radiactivos que generan las centrales nucleares— y muy cara.

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